Jorge ha decidido dar un paso más en su conquista mostrando a Samira lo que mejor sabe hacer, dar masajes, y ha aprovechado para transmitirle todas sus preocupaciones. Al pretendiente le inquietan las idas y venidas de Adrián, y tiene miedo de que su vuelta suponga un paso para atrás para los menos veteranos, sobre todo para él. Cree que este regreso puede provocar que Samira se quede estancada en el pasado y se cierre a conocerle mejor. Además, Jorge se siente en desventaja con respecto a Israel y a Jonathan porque, a pesar de haber entrado más tarde como él, fue ella la que les pidió y ya podía estar ilusionado con ellos. Samira ha escuchado atentamente a su pretendiente y ha conseguido tranquilizarle. Le ha dejado claro que los arrebatos de Adrián le han desilusionado, y que en su bando “no está todo vendido”. La tronista está encantada con su “George” y aunque quizás sea el pretendiente menos avanzado, no para de sorprenderla en cada cita.